Vamos, en este apartado, a no distinguir entre equipo y grupo. Simplemente, consideremos que la sinergia creada en el trabajo en grupo es usficiente como para analizar qué otros factores la crean y estimulan.
Sin menoscabo de las múltiples aportaciones que podemos estudiar sobre la efectividad del trabajo en equipo, los dos elementos que, a mi entender y a modo de resumen, condicionan de manera indiscutible la efectividad y el buen hacer de los equipos de trabajo, son:
1.- LA COMUNICACIÓN.
Para que un equiop de trabajo sea eficaz y eficiente, es necesario que exista una buena comunicación a todos los niveles, entre los miembros del equipo, entre éstos y el líder y entre éste y la posible organización, si existe por encima.
Es esencial promover canales de comunicación, tanto formales como informales, que permitan:
que favorezcan el desarrollo de las potencialidades individuales y la consecución de los objetivos grupales.
2.- EL LIDERAZGO.
El líder es el que moldea o da forma a la estructura del equipo. Su misión o función principal es ayudar al equipo a alcanzar su mayor grado de desarrollo, para lo cual habrá de ajustar en cada momento su estilo de liderazgo a las necesidades del equipo.
En general, el comportamiento del líder debe responder a las siguientes pautas:
En cualquier caso, la máxima efectividad se logrará siempre que busquemos la consecución plena de los siguientes factores-resumen:
A) TENER UN OBJETIVO COMÚN QUE DÉ IDENTIDAD AL EQUIPO.
Una de las tres premisas para que exista equipo es que los miembros compartan un objetivo común, tener claro cuál es el trabajo del equipo y por qué es importante.
Se puede describir lo que el equipo tiene intención de alcanzar, metas desarrolladas por todos, y objetivos concretos íntimamente relacionados con la visión, misión y propósito del grupo, y con los valores de la organización a la cual pertenece éste.
B) TENER UNA CLARA ASUNCIÓN DE TAREAS Y RESPONSABILIDADES, MEDIANTE UNA ORGANIZACIÓN CLARA.
La clara asignación de funciones, tareas y responsabilidades, como en cualquier organización, es aspecto básico.
Cada miembro del grupo debe conocer cuáles son los objetivos individuales que le competen. Además, el grupo ha de articular el enriquecimiento del trabajo, la participación y posibilitar la generación de valor añadido a través de la flexibilidad y la polivalencia de sus integrantes.
C) ESTAR ORIENTADOS AL LOGRO.
Ha de primar la voluntad de buscar retos desafiantes, si no lo es ya suficiente el propio motivo de creación del equipo, así como el desarrollo de los miembros en función de la satisfacción de los clientes tanto internos como externos a los que el grupo se dirija.
D) TENER ÓPTIMOS RESULTADOS.
Por ellos se medira realmente la efectividad del equipo. Será necesario establecer unos indicadores de gestión que muestren la eficacia de los resultados obtenidos, midan el desempeño y comparen el resultado con los objetivos iniciales.
E) GENERAR UN AMBIENTE DE CONFIANZA Y ASUNCIÓN DE RIESGOS.
Este ambiente permitirá:
F) CONTAR CON UN LIDERAZGO EFECTIVO.
Éste ajustará su estilo para ofrecer al equipo lo que necesite y no pueda conseguir por sí mismo, obteniendo como confirmación de su buen hacer la plena realización profesional y personal de los miembros, y la completa consecución de los objetivos grupales y, por ende, organizacionales.
Como más arriba he comentado, corresponderá al líder estructurar, educar, controlar, supervisar, facilitar, compartir, escuchar, felicitar, etc. (añado ahora, que las cuatro primeras tareas que he enumerado corresponden a lo denominado comportamiento directivo, y las cuatro últimas al comportamiento de apoyo). La combinación de ambos nos dirá qué tipo de líder tenemos en el equipo. Es fundamental saberlo.
G) ESTABLECER PLANES DE APRENDIZAJE Y DE FORMACIÓN PERMANENTES.
Dependiendo claramente de la duración de la tarea del equipo y su complejidad, estimular el aprendizaje y la formación contuinua nunca están de más, de tal manera que se fomente el crecimiento profesional, tanto individual como colectivo.
Hoy en día, las estructuras de las empresas están cambiando debido a numerosas causas conocidas por casi todos, y muchas emprenden la reintegración de sus procesos, lo que conlleva eliminar barreras organizativas entre departamentos.
Las estructuras organizativas, así, se vuelven más horizontales y menos piramidales. Los equipos eficaces son ya imprescindibles.
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