– CONCIENCIA.
Uno de los elementos claves del Coaching, es la Conciencia, que es el producto de la atención concentrada y la claridad. Realmente, Conciencia significa ser consciente, no ignorante, tener conocimiento.
La conciencia implica tener un conocimiento de algo, a través de la reflexión, la observación o la interpretación de lo que uno ve, oye, siente, etc.
Como nuestros sentidos de la vista y del oído, que pueden ser buenos o insuficientes, existen infinitos grados de conciencia. La conciencia desarrollada, permite una percepción más clara de lo normal, como si de una lente de aumento se tratara.
Si bien la conciencia incluye ver y oír en el ambiente de nuestro entorno, laboral o personal, abarca mucho más que eso, evidentemente. Implica la percepción y comprensión claras de la información y hechos relevantes, y la capacidad para determinar lo que es importante.
Esta aptitud incluye comprender los sistemas, las dinámicas y las relaciones entre las cosas y las personas. Pero, sobre todo, implica el conocimiento de uno mismo, reconocer, en particular, cuándo y cómo las emociones o deseos distorsionan la propia percepción.
Un maestro, instructor, gerente o padre, se sentirán tentados a mostrar y decir a los demás que hagan algo como él ha enseñado a hacerlo, o como dice un libro que se debería hacer. Es decir, perpetuamos el conocimiento convencional.
Aunque es cierto que el aprendizaje y desempeño correctos de algo mostrarán las ventajas del desempeño inicial, también lo es que suprimimos las preferencias del colaborador o alumno, así como sus atributos personales; eso nos facilita el proceso de enseñanza. Sin embargo, también hace al alumno más dependiente del experto, lo que favorecerá nuestro ego e ilusión de poder y, sobre todo, de control.
La alternativa de elevar la conciencia, destaca los atributos únicos del cuerpo y la mente de cada individuo, a la vez que desarrolla la capacidad y seguridad para mejorar sin las indicaciones de un tercero. Esto, alienta la confianza en uno mismo, la seguridad y la responsabilidad de nosostros mismos.
Nuestro nivel de conciencia normal es relativamente bajo. La destreza del Coach para elevar la conciencia es indispensable, al menos hasta que desarrollemos la habilidad de entrenarnos a nosotros mismos, lo que nos abrirá la puerta al descubrimiento y mejora continuos de uno mismo.
Lo que se necesita para aumentar nuestra conciencia de la voluntad, es variable. Conciencia auditiva, conciencia táctil, etc. coexisten. Los empresarios requieren, por ejemplo, una conciencia reflexiva pero también precisan desarrollar otras áreas.
A través del Coaching, es relativamente fácil adquirir conciencia, entendiéndola como:
Ambas cosas acaban siendo imprescindibles para el desarrollo personal, indiendientemente de adquirirlas a través del Coaching o de experiencias y/o procesos personales.
– RESPONSABILIDAD.
Otro concepto o meta clave del Coaching, es la Responsabilidad, aspecto crucial para el alto desempeño.
Cuando aceptamos, elegimos o asumimos la responsabilidad de nuestros pensamientos y acciones, nuestro compromiso con ellos aumenta, y del mismo modo nuestro desempeño.
En cambio, cuando alguien nos ordena o sugiere asumir una responsabilidad, y no la aceptamos completamente, el desempeño no mejora. El hecho de hacer algo, además, para evitar una amenaza, no optimiza el desempeño.
En resumidas cuentas, para sentirse realmente responsable de algo, hay que hacer la elección. No lo olvidemos.
A través del Coaching, y de la confianza adquirida en nostros mismos, seremos capaces de elegir, decidir y sopesar alternativas, favoreciendo la responsabilidad sobre la opción final y el éxito del desempeño consecuente.
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