Eliminando el despilfarro, la calidad mejora, y el tiempo de producción y el coste se reducen. El Lean demuestra que se consigue:
En los años en que comenzó a gestarse la filosofía LEAN, en Occidente se empleaba la siguiente fórmula para obtener el precio de un producto: PRECIO = COSTE + BENEFICIO.
Si los costes aumentaban, el camino fácil para mantener el mismo beneficio era aumentar el precio, manteniendo el mismo valor añadido en el producto. En Japón, empezaron a utilizar la expresión siguiente:
BENEFICIO = PRECIO – COSTE, con lo que, siendo el precio fijado por el mercado, el único modo de conseguir un beneficio es reducir los costes. Hoy día, esta fórmula se emplea en casi todo el mundo, pero en aquellos años resultó una revolución en la forma de gestionar las empresas. Como consecuencia, era preciso identificar y eliminar, de forma sistemática, todos los despilfarros de la empresa.
LEAN Manufacturing consiste, básicamente, en la eliminación sistemática del despilfarro. Se centra en la eliminación de la «grasa» de los sistemas de producción.
Muchas de las herramientas que utiliza pueden atribuirse a Frederick Taylor, Henry Ford y los Gilbreth, a comienzos del siglo XX. Sin embargo, fueron los japoneses quienes sistematizaron y evolucionaron esas herramientas.
Otra definición podría ser la de «producción sin desperdicio» que, en japonés, recibe el nombre de Muda. La aproximación tradicional para mejorar el Lead Time de los productos, se basa en reducir el despilfarro de las actividades que añaden valor (VA). Por el contrario, la filosofía Lean reduce el Lead Time eliminando operaciones que no añaden valor al producto final (Muda). Según sus razonamientos, el Lead Time no debería ser mayor que 10 veces el tiempo de trabajo útil, aquel que añade valor real al producto.
Cuando el equippo Lean se establece, y opera de forma eficiente, los despilfarros más importantes son detectados y eliminados.
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A) REVOLUCIONES LEAN, PRINCIPIOS, CLAVES Y TÉCNICAS.
Las 3 revoluciones que podemos destacar con la evolución de Lean, se resumen así:
_ Primera revolución. Igual que en el pasado nos olvidamos del cliente, hoy nos hemos olvidado del producto. Para ver realmente la actividad, hemos de controlar:
En definitiva, cómo fluye el valor del producto a lo largo del proceso, a través de las diferentes operaciones a que es sometido.
_ Segunda revolución. Crear un sistema de trabajo Pull, en sintonía con el mercado.
_ Tercera revolución. Si no conseguimos una mejora relevante en 3 días, habremos cometido alguna equivocación.
Los principios clave de la filosofía Lean, son los reflejados a continuación:
Por otro lado, añado unos conceptos básicos en los que podemos entender que se fundamenta la aplicación de esta filosofía:
Para todo ello, contamos con innumerables herramientas y técnicas, que iremos analizando en el menú correspondiente, con mayor o menor profundidad, y que paso a enumerar a continuación:
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B) CAMBIOS A REALIZAR EN EL SISTEMA DE PRODUCCIÓN.
Para mejorar las actividades de producción, lo primero es conocer qué fuentes de problemas existen, así como, incluso antes, comprender el origen y alcance de los problemas.
Resulta vital conocer la variabilidad (Mura) que afecta a indicadores como la productividad o la calidad.
Entenderemos por problema cualquier desviación respecto al valor estándar de la variable que estudiemos. Es preciso saber cuáles son los valores objetivo de dichas variables, y la situación de partida para poder proponer metas realistas.
Existen tres factores principales que los gestores de producción temen de forma especial:
Estos tres factores son síntomas de una mala gestión de la producción.
A lo largo de las opciones de menú correspondientes, iremos repasando cada una de las 20 claves de Kowayashi, e iré haciendo referencia a que lo son, para no perder la referencia de su origen.
En cualquier caso, dentro de la filosofía Lean, queda claro que uno de los principales problemas de los gestores de producción es identificar el valor real del coste del producto. Desafortunadamente, cuanto mayor sea el coste, mayor será el esfuerzo para intentar reducirlo. Encontrar el verdadero coste de producción es difícil, pero necesario.
El objetivo es no dejar crecer el coste; para ello, deberemos eliminar todas las tareas u operaciones que NO AÑADAN valor al producto, porque lo que es seguro es que suponen coste adicional.
Hiroyuki Hirano define el despilfarro como cualquier cosa que no sea el mínimo absolutamente indispensable, y el trabajo como todo aquello que aporta valor al producto.
El objetivo debe ser cambiar los métodos de trabajo, y no intentar hacer las operaciones más rápido.
Todo sistema de producción conlleva tres dificultades importantes: EL DESPILFARRO (Muda), LA INESTABILIDAD (Muri) y la VARIABILIDAD (Mura). Estas dificultades reducen la eficacia del sistema, afectando a la calidad, costes y entregas/plazos (QCD, objetivos de Kaizen).
Una de las priemras etapas de la asimilacion de la filosofía Lean, es la implantación de equipos multidisciplinares sobre el terreno, con personal de TODOS los niveles, para reducir los despilfarros. Shigeo Shingo identificó 7 tipos de despilfarros comunes a toda organización:
Cada vez más publicaciones incluyen un octavo despilfarro, llamado Creatividad o Talento, indicando con ál la importante pérdida que supone para la organización no contar con las capacidades, habilidades o conocimientos de su propio personal, relegado, en la mayoría de las ocasiones a trabajos repetitivos e inferiores a los que podíasn desarrollar. Actualmente, se da cada vez más importancia a la Actitud en detrimento de la Aptitud, valorándose adecuadamente la aportación que el trabajador puede realmente hacer a la empresa.
Dejando aparte el octvao, el despilfarro que más impacto tiene en los resultados y mejoras, es el Inventario; es siempre un síntoma de una fábrica o proceso enfermos, ya que oculta sus auténticos problemas.
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