“El ejecutivo de empresa es, por su profesión, alguien que tiene que tomar decisiones. Su enemigo es la indecisión, y su misión es superarla” (John McDonald)
A) PROCESO DE TOMA DE DECISIONES.
Qué diferencia una buena de una mala decisión? Una buena decisión, la que utiliza un proceso para decidir analítico, se basa en la lógica, y considera todos los datos disponibles y todas las alternativas posibles.
Una buena decisión, también sigue los seis pasos siguientes:
La eficacia de las Operaciones depende de la cuidadosa toma de decisiones. Afortunadamente, existe una completa variedad de herramientas analíticas que ayudan en este proceso tan frecuente. Dos de las más corrientes y conocidas son las TABLAS DE DECISIÓN y los ÁRBOLES DE DECISIÓN, que puedes aprender con detalle en el menú de Herramientas y Técnicas – Dirección de Operaciones. En cada herramienta también incluyo algunos ejemplos para su mejor comprensión.
Se utilizan en gran número de situaciones de dirección, desde el análisis de nuevos productos hasta la planificación de la capacidad, planificación de la localización, programación de producción o planificación del mantenimiento.
En los diferentes apartados correspondientes, de cada menú, dispones de información al respecto de cada una de estas áreas.
B) TÉRMINOS EN LA TOMA DE DECISIONES.
Independientemente de lo compleja que sea una decisión, o la sofisticación de la técnica utilizada para analizarla, todos los que tomamos decisiones nos enfrentamos a alternativas y a estados de la naturaleza:
C) TIPOS DE ENTORNO EN LA TOMA DE DECISIONES.
Los tipos de decisiones que tomamos, siempre dependen de la cantidad de información o conocimientos que tengamos sobre la situación.
Podemos distinguir tres tipos de entorno de toma de decisiones:
Cuando existe total incertidumbre al respecto de cual de los estados de la naturaleza en el entorno de decisión puede presentarse. No podemos ni siquiera asignar probabilidades a cada posible resultado.
Contamos, entonces, con tres métodos de decisión:
Las opciones MAXIMIN y MAXIMAX presentan los escenarios de planificación, respectivamente, del peor y del mejor de los casos.
La toma de decisiones en situaciones de riesgo, que es el caso más habitual, se basa en las probabilidades. Pueden aparecer varios estados de la naturaleza, cada uno de los cuales tendrá una probabilidad estimada.
Los estados de la naturaleza deben ser mutuamente excluyentes y colectivamente exhaustivos, y la suma de sus probabilidades debe dar 1.
Dada una tabla de decisión con valores condicionales y estimaciones de probabilidad para cada alternativa o estado de la naturaleza posible, se puede determinar lo que denominamos Valor Monetario Esperado (EMV, Expected Monetary Value) para cada alternativa, que no representa sino el valor esperado o rendimiento medio de cada alternativa, si pudiéramos repetir la decisión en un gran número de veces.
EL EMV para una alternativa, es la suma de los posibles resultados de la naturaleza de la alternativa, cada uno de ellos ponderado por la probabilidad de que ocurra.
Las decisiones que se toman en este entorno, están influenciadas por los gastos que puede suponer contar con información exacta acerca de alguna alternativa de decisión. Puede resultar muy útil determinar el valor de esta información perfecta.
Marca una cota superior de lo que estaríamos dispuestos a gastar en información acerca de alguna de las alternativas de un proceso de decisión.
Es el concepto de Valor Esperado de la Información Perfecta (EVPI) en que se basa este proceso de toma de decisiones.
En cualquier decisión, si pudiéramos determinar qué estado de la naturaleza va a tener lugar, sabríamos qué decisión tomar. Una vez sabemos qué decisión tomar, el resultado mejorará porque ahora el resultado es una certeza y no una probabilidad.
Debido a que el resultado aumentará si se sabe qué estado de la naturaleza tendrá lugar, este conocimiento tendrá un valor.
A la diferencia entre el resultado en condiciones de certeza y el resultado bajo riesgo, se la denomina valor esperado de la información perfecta (EVPI).
Para hallar el EVPI, hay que calcular primero el valor esperado bajo certeza, que es el resultado esperado si se hubiera tenido una información perfecta antes de tomar la decisión. Para calcularlo, elegimos para cada estado de la naturaleza, la mejor alternativa, y multiplicamos su valor por la probabilidad de que ocurra. La suma total de esos productos nos dará el valor esperado bajo certeza.
El resultado bajo riesgo se calcula como en explico en el párrafo anterior.
(En los ejemplos detallados en el menú de Herramientas y Técnicas – Dirección de Operaciones – Tablas de Decisión, aplicamos estos cálculos).
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