¿Cómo saber si nos invade la baja autoestima? ¿Qué hacer para cambiarlo, si es así?
En los tiempos que corren, no nos podemos permitir la baja autoestima. No hablemos de momento del exceso de autoestima, igual de inconveniente.
Consideremos los síntomas de tener una baja autoestima como cosas para mejorar, y nunca como autodiagnóstico absoluto e inamovible. Recuerda también que, siempre, valorar las cosas por el criterio de utilidad para nosotros.
La persona con baja autoestima:
- Aprende con dificultad, ya que se tiende a pensar que no se puede mejor, o que todo es demasiado difícil.
- Se siente inadecuado ante situaciones vivenciales y de aprendizaje que considera que están fuera de su control.
- Adquiere hábitos de crítica a los demás, de envidia y descontento desde un espacio de victimismo.
- Cuando surgen problemas, echa la culpa a las circunstancias y a los demás, y encuentra siempre excusas para sí mismo.
- Se acobarda ante la posibilidad de crítica de los demás.
- Hipersensibilidad a la crítica, que le hace sentirse fácilmente atacado y experimentar sentimientos pertinaces contra sus críticos.
- Indecisión crónica, no tanto por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
- Deseo excesivo de complacer, no atreviéndose a decir que «no» por temor a desagradar y perder la benevolencia del peticionario.
- Perfeccionismo, o autoexigencia de hacer perfectamente las cosas, sin un fallo, lo que puede llevar a sentirse muy mal cuando las cosas no salen con la perfección exigida. Tiende a utilizar este perfeccionamiento como la recompensa diferenciadora de lo que realmente le da miedo asumir del exterior. Es el recurso para sentirse integrado y especial.
- Culpabilidad neurótica, condenándose por conductas que no siempre son objetivamente malas. Exagera sus errores y delitos y los lamenta indefinidamente, sin llegar a perdonarse por completo.
- Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, que le hace estallar fácilmente por cosas de poca monta.
- Actitud supercrítica. Todo le sienta mal, le disgusta, le decepciona, le deja insatisfecho.
- Tendencias depresivas. Tiende a verlo todo negro, su vida, su futuro y, sobre todo, a sí mismo. Es proclive a sentir una inapetencia generalizada del gozo de vivir e, incluso, de la vida misma.
Dado que la autoestima afecta a las cinco áreas básicas FÍSICA, SOCIAL, AFECTIVA, PROFESIONAL y ÉTICA (ver Concepto de Autoestima) es posible cambiar nuestra percepción y concepto de nosotros, mismos mejorando nuestra propia percepción.
Podemos hablar de cinco claves para incrementar nuestra autoestima:
- CONOCERSE BIEN. Aurtoconciecia. La autoconciencia emocional consiste en darnos cuenta de los propios sentimientos en el mismo momento en que tienen lugar.
Al autoconocimiento constituye la piedra angular de la IE. Requiere una especie de desdoblamineto del yo, en el que una parte de nosotros actúe de observador neutro de las acciones, pensamientos, sentimientos, de la otra, siempre desde una posición neutra, sin juicios ni críticas, y sin intentar modificarlos. Se refiere tanto a la mirada que posamos en nostros mismos, como al modo en que nos presentamos a los demás y que solo por ellos podremos averiguar objetivamente.
- ACEPTARSE Y SER HONESTOS CON NOSTROS MISMOS.
- ACALLAR LA CRÍTICA INTERIOR A CÓMO SOMOS.
- AFIRMARSE.
La autoafirmación o asertividad, es la capacidad para expresar lo que se piensa, se quiere o se siente, al tiempo que se respeta lo que el otro piensa, quiere y siente.
- ACTUAR.
- Cambiar lo que no nos guste.
- PLantearnos objetivos de mejora.
- Afrontar los problemas sin demora.
- Practicar nuevos comportamientos. Veremos distintos resultados.
- Disfrutar del presente. Cada momento es el presente.
Hay infinidad de ejercicios que podemos hacer para averiguar lo capaces que nos vemos de realizar estos pasos. A medida que vaya examinándolos o valorándolos, intentaré poner algunos de los que más me gusten. Dame tiempo.
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